A todos aquellos que nos ven empujando la pared:
Nuestra única intención es estirar cuadriceps y gemelos. En ningún caso queremos mover el edificio ni ganar espacio a la calle para poder aparcar en batería (aunque moverlo, lo hemos movido).


martes, 19 de marzo de 2013

Crónica de la Carrera del Ebro 2.013







        Creo que no éramos del todo conscientes el día que decidimos apuntarnos a la opción “larga” de esta  edición de la Carrera del Ebro. Personalmente, la corta de 14 kms no me atraía mucho pues apenas era la primera subida a la plana del campo de maniobras, llanear por él y bajar a la huerta (Ah!, se me olvida la última subida, la de la sorpresa!). Para seguir con la tradición nos apuntamos a la larga, la que han denominado “Ultra-Trail” (aunque a mi, al lado de los “ultras” de verdad, de 60, 100 y más kms, esta denominación me parece un poco exagerada).
        Sin preparación específica, decidimos presentarnos el domingo 10 de marzo, en el arco de salida, con la única pretensión de hacer un paseo y acabarla.
        Llegamos al aparcamiento de la Escuela de Ingenieros a las 8:30 y nos dispusimos a colocarnos el equipamiento. Decidimos Paco y yo portar cinturón con un bidón de agua. Jose Mari se había preparado la camel-bag. Los tres llevamos dos geles de glucosa cada uno.
 
        Entramos a la pista del CAD (Centro Aragonés del Deporte), gran ambiente pre-carrera. Estiramos un poco y decidimos trotar los cinco minutos que quedan por la hierba. Rápidamente, al colocarnos  tras el arco de salida se produce la misma. Los relojes a cero, vuelta a la pista, salimos del recinto y comenzamos ya la subida a Juslibol. El tranvía nos hace la revista.


        Pasamos la entrada a Juslibol y giramos a la derecha por la antigua carretera que comunicaba este barrio con la carretera de Huesca. El pelotón ya se ha estirado bastante, y es que los buenos corren mucho. El terreno es prácticamente llano, muy ligera pendiente en ascenso. Ha salido el sol y vamos sudando la gota. Como esto siga así nos va a hacer falta hidratarnos más de lo pensado…
 
        Al poco, giro de 180º que coincide con la entrada en el campo de maniobras. Sigue la ligera pendiente, pero enseguida empezamos ya a subir por camino de tierra y piedra, entre pinares. Al final del camino alcanzamos la plana del campo de maniobras (aprox km 5). Hecho cuentas y me sale el paso a 5min30´me parece que vamos algo rápidos para lo que queda, pero Paco me hace ver que no, que nos va saliendo a 5min40´. Este ritmo es el que podemos llevar. No obstante, mis compañeros, van por delante unos metros. Yo me quedo algo rezagado. El cielo se nubla y sopla un ligero cierzo. Esto está mejor.
        Aquí comienzan los toboganes, p´arriba y p´abajo. Esto va a ser así durante los kms que falten hasta el lugar de Santa Cristina (km 7). En algún tramo he tenido a mis compañeros a 10 metros, pero se me vuelven a escapar. Antes del km 8 está el avituallamiento de agua. José Mari y yo tomamos el botellín y, tranquilamiente andando, casi nos lo bebemos entero. Paco ha optado por no parar de correr (si es que tiene unas tragaderas este…).


        Así poco a poco nos acercamos en subida tendida al km 10. Miro el crono: 56 minutos (bastante bien). El resto de los corredores que vienen conmigo tienen las mismas sensaciones. Hemos formado un grupetto muy homogéneo. Por delante veo a Paco que se echa mano a la riñonera, a por el gel. Decido hacer lo mismo. Lógicamente, me guardo el botecito del gel para tirarlo en algún avituallamiento, no como algunos marranos que lo han tirado donde les ha parecido.
Llegada a Santa Cristina
        A punto de llegar km 12 se endurece la pendiente para alcanzar una antena de telecomunicaciones en un pequeño altozano. Chino-chana se sube, giro a la derecha y aparece una pendiente en descenso del demonio. En pocos metros calculo que hemos bajado, al menos 50 metros de desnivel. Aquí van pasando los jóvenes que cuesta abajo van a tumba abierta. A mi no me interesa cargar tanto los cuádriceps, que luego lo puedo notar.
 
 
        Seguimos descendiendo, de manera bastante más suave, pero continua. Llegamos al km 14 y de nuevo avituallamiento. José Mari me ha esperado y tomamos una botella de agua, me bebo un buen trago y descubro que también hay isotónica. La tomo. Si puedes, es importante reponer sales.


        Al poco aparecemos en el barranco de los Lecheros (que baja hasta los galachos de Juslibol), a lo lejos se ven los depósitos de CLH de Monzalbarba. El camino en el barranco está húmedo y el terreno es arcilloso, por lo que tenemos que tener cuidado con algún que otro charco y con el barro. En este me encuentro a Paco a unos pocos metros por delante, José Mari se había quedado rezagado desde el avituallamiento. Intento coger a Paco, pero como algunos que bajan a toda mecha me adelantan y se me colocan delante, tengo que dejar hueco y poco a poco, lo pierdo de vista. Un par de kilómetros más abajo se nos desvía por una pista a la izquierda en fuerte pendiente. Lo siento, señor, pero esta vez la subo andando.
 
Perfil de la Carrera
 
        Una vez alcanzada la parte superior del monte, sigue una pista de nuevo en ascenso. No veo ni a José Mari ni a Paco. No se me hace especialmente dura la nueva subida, la hago con bastante tranquilidad.
        Sobre el km 19 vuelve a endurecerse la pista hacia arriba, pero no pienso parar, sino hacerla regulando bien. Bajo un pelín el ritmo y, al poco, unos metros por detrás oigo la voz de José Mari que me dice: “casi te pillo” y veo que la hace andando, yo le contesto: “No fuerces, regula” pues lo veo bastante apurado. Después me enteraría que había ido recortándome terreno pero cuando casi me tenía al alcance se había vaciado bastante.
Ya en el km 20 estamos de nuevo en la plana. De aquí al 23 sería un falso-llano con ligero descenso.


Punto de confluencia de ambas carreras
        En el km 23 se nos unen los de la carrera de 14 k. El efecto es similar a entrar en un carril de aceleración de la autopista, pues ellos en este punto llevan escasamente 7 kms y llevan un ritmo más vivo. Se forma una aglomeración algo incómoda, máxime cuando tenemos un poco más adelante el avituallamiento último.
        Por fin salimos del campo de maniobras a los pinares superiores del escarpe de Juslibol. Giro a la izquierda y descenso en mogollón por una pista llena de cantos rodados. Para mí muchos más que otros años, no sé de dónde los habrán sacado!. Este tramo lo hago bastante conservador pues, aunque ya no tenga molestias, todavía recuerdo el problema que he arrastrado el año pasado con la esguince de tobillo.


        Conforme voy de bajada me hago prometer a mi mismo subir la última cuesta (la de la sorpresa) andando. Al poco aparece, con la fila multicolor de corredores arrastrándose por ella. A los pocos metros empiezo a andar, otros me imitan, otros la hacen corriendo. A media cuesta un espectador nos grita: ¡Qué es eso de subir andando, venga corriendo para arriba!. Después de 24 kms me gustaría verlo a él…
 

        Culminamos la coronación del escarpe y se nos abre el valle del Ebro, con Zaragoza al fondo. Empieza la bajada de la culebrilla, y vuelven a tirarse a tumba abierta. Yo podría ir más rápido pero las piernas empiezan a notar la carga en cuádriceps y prefiero llevar baja cadencia y controlar la zancada. En un plis-plas estamos en el camino de los galachos, y nos metemos en la pista que, por la huerta, se dirige al río. Pronto 4 kms para meta. Coincide el cartel con el principio de unas molestias en el abductor de la pierna derecha.
        Aquí empieza, como cada año, la lucha psicológica. ¿Qué son 4 kms llanos?, en un entrenamiento habitual es la vuelta que hacemos a un ritmo más vivo (algo más de casa al puente de la Avda América), tan poco y tanto… Es aburrido y, como dicen los jóvenes hoy, me ralla el coco que no veas… Me planteo hacerlo como si fuera una locomotora vieja, a ritmo y dejar pasar el tiempo.


Cerca andábamos José Marí y un servidor
        Ahora tengo el rio a mi derecha y corre una ligera brisa de cierzo que me debería animar, pero me siento vacío, con fatiga y mucha sed.  Por lo menos las molestias en el abductor no van a más. 2 kms para meta, uff. Llegamos al Paseo de Ranillas y decido, en el aparcamiento previo, andar un rato, beber agua y recuperar (¡a un kilómetro de meta!). Pero me digo: ¡qué coño me estoy jugando!, tranquilidad y llegaré.
        Para mis compañeros estos últimos 4 tampoco fueron kilómetros fáciles. José Mari los hizo corri-andando, a Paco casi le pasa como a la mujer de Lot: Se volvió a ver si venía detrás y le dio un tirón en los gemelos por lo  que tuvo que bajar el ritmo (por lo menos no se convirtió en sal…).

 
 
        Un último esfuerzo a 1 km. Vuelvo a ponerme a “velocidad de crucero”, giramos a la entrada de la pista y oigo un “¡ánimo, Alfonso! Desde el público. Es Mariano. Se agradece, le saludo con la mano y entramos a hacer la vuelta y por fin, a meta.
 
        Tiempo 2h 50min 36seg. Paco había entrado algo más de dos minutos antes y estaba buscando a José Mari pensando que iba por delante. Le digo que no, que va detrás. Al rato ya en la hierba lo vemos aparecer y vamos a su encuentro.
 
        Recogemos una coca-cola y agua y descansamos un rato sobre la hierba de la pista. Nos encontramos con Miguel Angel, que ha hecho la carrera de 14 con un más que aceptable tiempo, dejamos el chip y nos dirigimos al coche para la vuelta a casa. Aquí nos hacemos la foto, felices.
 
              La valoración es fácil de hacer. A pesar del sufrimiento en el último tramo y teniendo en cuenta la poca preparación que llevábamos, el resultado es bueno.  Hemos sufrido, pero hemos disfrutado también de una carrera animada. Nuevos parajes y un nuevo reto cumplido. Ahora a recuperar bien, disfrutar del recuerdo y de una cerveza fría.  El año que viene auguro que volveremos a hacerla. A ver si en mejores condiciones físicas que este.

viernes, 8 de marzo de 2013

RODAJE LARGO "PRE-CARRERA DEL EBRO"


El pasado domingo, más para autoconvencernos que para otra cosa, realizamos Paco y un servidor una salida larga como prueba para la "ultra" del domingo 10 de marzo.

Lo que iba a ser un rodaje de 1h30 (1h40 máximo) se convirtió en una salida de 2h11min, para 22,4 kms en terreno siempre de subida o de bajada y con unos desniveles de 760 m positivos/785 m negativos.

Salimos de casa a las 17:00 h de la tarde para dirigirnos, por el canal hacia los Pinares de Venecia y subir por los mismos al camino del Tiro de Bola. Aquí empieza una cuesta tendida que nos llevaría en menos de 50´a la balsa que llaman "del horizonte", plena estepa zaragozana. De aquí tomamos la senda que crestea a la izquierda y, bajo las torres de alta tensión, buscamos el camino que baja el barranco de Montañés. En un par de kms salimos al mismo y lo bajamos. Bajada tendida, aunque el firme del camino no es de los mejores, se hace cómoda después de los 50´de constante subida.

Pasan los kms entre vales amplias y cultivadas. Espero pasar pronto el desvío a la torre del acampo de Arráez pero no llega. Ya había hecho en un par de ocasiones el recorrido (una de ellas corriendo, la otra en bicicleta) pero no recordaba lo largo que es. Por fin pasamos el desvío y en un par de kms nos aproximamos al polígono del reciclaje. Giro a la derecha y, tras pasar la línea del AVE vemos que estamos a la altura de la Cartuja.

En lugar de salir al canal, decidimos tomar el camino paralelo al AVE, que efectúa contínuos sube y baja. Después de 1h20´se hacen duro, pero ¡qué coño!, hemos venido a entrenar un trail. Además el camino es más directo hacia casa.

Aprovechando una cuesta durilla, tomamos un gel y la subimos andando. Esta zona es nueva para los dos y la encontramos bastante interesante para entrenar monte.

Llegamos a la entrada al acampo, desde el pinar de Valdegurriana. Nos metemos en el pinar y, enseguida, cruzamos por debajo el cuarto cinturón y subimos a Puerto Venecia. De aquí, por los pinares de Venecia, volvemos a bajar al ojo del canal y a casa. Por fin.

Las sensaciones buenas, nos hemos cansado pero es que no hemos llevado esta vez un programa de entrenos y nos falta mucho rodaje. El domingo  me da la sensación que haremos la carrera muuuuy tranquilos, casi de paseo. No estamos para más. Objetivo: acabarla.

Ya iremos poniendo la crónica correspondiente.